Su corporeidad es muy particular “sensible y fluida, puede ser moldeada por cosas tan tenues como el pensamiento”. Así pues, la apariencia de los seres feéricos reflejará con frecuencia las ideas preconcebidas que de ellos tengamos”. “Por razón de la naturaleza de su estructura etérea, el hada puede variar de tamaño a voluntad”. “Para adoptar una nueva forma, el hada ha de concebirla con claridad y fijarla firmemente en su conciencia, pues tan pronto como abandona la idea, vuelve a su primitivo estado normal”.
En opinión de los teósofos, que se han ocupado de investigar el tema: ”la función general de las hadas es absorber PRANA o vitalidad del sol y distribuirla entre lo físico”. O sea, que viene a ser un enlace entre el mundo invisible y el mundo visible.
¿Cómo nacieron las Hadas?...: La sustancia que las anima es, en sí misma su fuente de creación, ahora, existen muchas versiones referentes al nacimiento de las Hadas, unas modernas y otras antiguas, muy antiguas.
En tiempos pretéritos, pero cristianizados, se afirmaba que las Hadas eran ángeles caídos o bien paganos muertos y por ello no aptos ni para subir al cielo ni para descender al infierno por lo que estaban obligados a vivir por toda la eternidad en las oscuras regiones del “reino intermedio”, es decir, nuestra Tierra.
En opinión de los teósofos, que se han ocupado de investigar el tema: ”la función general de las hadas es absorber PRANA o vitalidad del sol y distribuirla entre lo físico”. O sea, que viene a ser un enlace entre el mundo invisible y el mundo visible.
¿Cómo nacieron las Hadas?...: La sustancia que las anima es, en sí misma su fuente de creación, ahora, existen muchas versiones referentes al nacimiento de las Hadas, unas modernas y otras antiguas, muy antiguas.
En tiempos pretéritos, pero cristianizados, se afirmaba que las Hadas eran ángeles caídos o bien paganos muertos y por ello no aptos ni para subir al cielo ni para descender al infierno por lo que estaban obligados a vivir por toda la eternidad en las oscuras regiones del “reino intermedio”, es decir, nuestra Tierra.