Su relación con la familia imperial.
Cuando llegó a San St. Petersburgo, su fama creció aún más, llegando a ser amigo de familias influyentes de la época.
Por aquella época el Zar Nicolás II era el gobernador absoluto y se enfrentaba a una época de crisis política y social, ya tenía fama de tirano por la fuerte represión social que ejerció en contra de sus opositores y pequeñas manifestaciones en contra de su gobierno, algunas de las cuales encabezó Rasputín.
Sin embargó Rasputín es convocado a presentarse ante la Zarina, quien le pidió que use sus dotes de curandero para ayudar a su hijo, quien sufría de Hemofilia y ninguna medicina de esa época podía curar su mal.
Rasputín accedió con la condición de no revelar sus secretos, es así que el heredero del trono mejoró de forma inesperada, esto ganó la confianza de la Zariana, quien de inmediato pidió que sea huésped permanente y viva cerca de su hijo.
Desde ese momento recibió fama, algo de fortuna y cargos importantes, gracias a su cercanía con la esposa del zar, quien no llegaba a confiar completamente en él.
Cuando llegó a San St. Petersburgo, su fama creció aún más, llegando a ser amigo de familias influyentes de la época.
Por aquella época el Zar Nicolás II era el gobernador absoluto y se enfrentaba a una época de crisis política y social, ya tenía fama de tirano por la fuerte represión social que ejerció en contra de sus opositores y pequeñas manifestaciones en contra de su gobierno, algunas de las cuales encabezó Rasputín.
Sin embargó Rasputín es convocado a presentarse ante la Zarina, quien le pidió que use sus dotes de curandero para ayudar a su hijo, quien sufría de Hemofilia y ninguna medicina de esa época podía curar su mal.
Rasputín accedió con la condición de no revelar sus secretos, es así que el heredero del trono mejoró de forma inesperada, esto ganó la confianza de la Zariana, quien de inmediato pidió que sea huésped permanente y viva cerca de su hijo.
Desde ese momento recibió fama, algo de fortuna y cargos importantes, gracias a su cercanía con la esposa del zar, quien no llegaba a confiar completamente en él.