El Gran Colisionador de Hadrones suspende sus actividades
Gran golpe psicológico para la investigación científica. Apenas 10 días después de su exitosa puesta en marcha, el Gran Colisionador de Hadrones sufrió una fuga de helio que deberá suspender sus actividades por un año.
El 10 de septiembre el mundo entero fijo su atención en el experimento inaugural del Gran Colisionador de Hadrones (LCH, por sus siglas en inglés), un portento de ingeniería de última generación que tiene por objeto demostrar los postulados de la física cuántica y otras complejas cuestiones del universo. La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés) encargada de los experimentos, afirmó que las pruebas iniciales con los haces de partículas fueron satisfactorias, lo cual generó gran conmoción en la comunidad internacional.
Sin embargo, tales expectativas no tardaron en verse frustradas. Los primeros problemas se presentaron pocas horas después con la presencia de hackers y otros fallos de seguridad en la red encargada de la transferencia de información, el Computing Grid. 10 días después de la prueba inaugural se daría el golpe de gracia: una fuga de helio en uno de los tubos de conducción obligaba a suspender las operaciones de todo el LHC en por lo menos un año.
Gran golpe psicológico para la investigación científica. Apenas 10 días después de su exitosa puesta en marcha, el Gran Colisionador de Hadrones sufrió una fuga de helio que deberá suspender sus actividades por un año.
El 10 de septiembre el mundo entero fijo su atención en el experimento inaugural del Gran Colisionador de Hadrones (LCH, por sus siglas en inglés), un portento de ingeniería de última generación que tiene por objeto demostrar los postulados de la física cuántica y otras complejas cuestiones del universo. La Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN, por sus siglas en inglés) encargada de los experimentos, afirmó que las pruebas iniciales con los haces de partículas fueron satisfactorias, lo cual generó gran conmoción en la comunidad internacional.
Sin embargo, tales expectativas no tardaron en verse frustradas. Los primeros problemas se presentaron pocas horas después con la presencia de hackers y otros fallos de seguridad en la red encargada de la transferencia de información, el Computing Grid. 10 días después de la prueba inaugural se daría el golpe de gracia: una fuga de helio en uno de los tubos de conducción obligaba a suspender las operaciones de todo el LHC en por lo menos un año.