El semen engorda. Esta paparrucha tiene, al menos, una base real: las muchas vitaminas, proteínas y aminoácidos que contiene el semen. Ciertamente, los espermatozoides flotan en una sanísima mezcla de fructosa, aminoácidos, calcio, sodio, potasio, ácido cítrico y fósforo, entre otras sustancias que componen el semen humano. Pero la cantidad de nutrientes que contiene el semen no son suficientes, ni de lejos, para alimentar a una persona.
Ahora que dices esto, dame dos minutos que voy a buscar un chiste que tiene mucho que ver con esto.