Los espermatozoides de cada testículo producen hijos de diferente sexo. Mucho se ha especulado sobre los trucos del almendruco para elegir el sexo de un bebé: unos decían que el misionero traía niños y si se ponía la mujer encima traía niñas, otros que si se copulaba con luna llena, sería niña, y si había cuarto menguante o creciente, sería niño.. En Oaxaca (México) las viejas aseguran que si la mujer hace el amor mojada con agua, nacerá una niña. O que si se come mucha carne nacerá niño y si se come mucho chocolate será niña. Pero, sin duda, la teoría más disparatada es la que dice que cada testículo alberga espermatozoides de un sexo diferente.