Un cirujano plástico inventa un nuevo procedimiento de cirugía en la cara para eliminar las arrugas y se encuentra explicándole a una paciente: "Mire, señora, voy a instalar un tornillo especial encima de su cráneo, y no va a notarse porque su cabello lo tapará.
Cada vez que usted se vea una arruga, dele un cuarto de vuelta al tornillo y, milagrosamente, la arruga desaparecerá".
La mujer, entusiasmada por lo que parecía una fantástica idea, le dice al doctor:
" ¡Ay, doctorcito, opéreme cuanto antes!"
La cirugía es un total éxito y la mujer se va a su casa muy contenta.
Pasan tres meses, y un día, la señora que había sido operada, llega al consultorio toda agitada, comentándole al doctor: "Doctor, mire estas tremendas bolsas debajo de mis ojos. ¿De dónde salieron?"
El cirujano plástico examina a la señora detallada y meticulosamente por varios minutos, y al final le dice: "Mire, señora, esas cosas que tiene debajo de los ojos no son bolsas..., son sus senos, y si usted se sigue ajustando el tornillo..., dentro de poco va a tener barba...!
Cada vez que usted se vea una arruga, dele un cuarto de vuelta al tornillo y, milagrosamente, la arruga desaparecerá".
La mujer, entusiasmada por lo que parecía una fantástica idea, le dice al doctor:
" ¡Ay, doctorcito, opéreme cuanto antes!"
La cirugía es un total éxito y la mujer se va a su casa muy contenta.
Pasan tres meses, y un día, la señora que había sido operada, llega al consultorio toda agitada, comentándole al doctor: "Doctor, mire estas tremendas bolsas debajo de mis ojos. ¿De dónde salieron?"
El cirujano plástico examina a la señora detallada y meticulosamente por varios minutos, y al final le dice: "Mire, señora, esas cosas que tiene debajo de los ojos no son bolsas..., son sus senos, y si usted se sigue ajustando el tornillo..., dentro de poco va a tener barba...!