Los incubos son los demonios que seducian a las mujeres. Se refiere de ellos que cumplian el acto carnal sin producir a la victima verdadero goce, ni aun cuando el incubo tomase la forma del ser querido. Debido a esto, precisamente muchas jovencitas se defendieron de haber perdido su castidad, afirmando que su seductor no habia sido otro que el diablo y no un hombre de carne y hueso.