Emperador Lucifer, señor de todos los espíritus rebeldes, ruégote que me seas favorable en el pedido que hago a tu gran ministro Lucífago Rofacale, deseando hacer pacto con él.
Ruegote también, príncipe Belzebú, que protejas mi persona y mis empresas.
Ruegote también, conde Astarot, que me seas propicio y te suplico que, en esta noche, el gran Lucifago se me aparezca bajo forma humana y me conceda todas las riquezas que necesito.
Gran Lucifago, ruégote que abandones tu morada, en cualquier parte del mundo que te encuentres, para venirme a hablar. Obedéceme prontamente o seras eternamente torturado por la fuerza de la Clavícula de Salomón.
Ruegote también, príncipe Belzebú, que protejas mi persona y mis empresas.
Ruegote también, conde Astarot, que me seas propicio y te suplico que, en esta noche, el gran Lucifago se me aparezca bajo forma humana y me conceda todas las riquezas que necesito.
Gran Lucifago, ruégote que abandones tu morada, en cualquier parte del mundo que te encuentres, para venirme a hablar. Obedéceme prontamente o seras eternamente torturado por la fuerza de la Clavícula de Salomón.