IV. Considera que la virtud es una de las mayores debilidades que pueden darse en ti, del mismo modo qu es una fuerza en los otros. Por esta razón procura por todos los medios incitar a los demás al pecado, guiándoles y siendo tú el más pecador de todos. Pero no olvides que a los ojos de los otros debes aparecer como virtuoso. Compón, pues, tu actitud de forma que puedas proclamar en público que la moral es necesaria para la sociedad, al par que haces lo imposible para que los demás pequen. Consigue que sean ellos los que hagan suyo este axioma: Haz lo que digo, mas no hagas lo que yo hago. Cuando lo logres acrecentarás tu poder sobre ellos.