FREILA: I. Sé el dueño de tus palabras y no digas nunca la...

I. Sé el dueño de tus palabras y no digas nunca la verdad. Pero haz de manera que los demás crean que la dices, puesto que si les dices la verdad, los otros pueden llegar a contar contigo, lo que equivaldría a que tú les servirias de algo, mientras que ellos no te servirían a ti absolutamente para nada.