Segundo hijo de Adán, de oficio pastor. Era justo (Mateo 23:35) y lleno de fe (Hebreos 11:4). Por envidia fue asesinado por su hermano Caín. Abel tipifica la «sangre inocente» (Mateo 23:34). Se han hecho muchas conjeturas acerca del porqué su ofrenda fue aceptada por Dios y no lo fue la de Caín.