FREILA: Cuando me cansé de contarle mis experiencias, ella...

Cuando me cansé de contarle mis experiencias, ella me interrogó sobre lo que había percibido observando a Pedro el cantero. Con toda naturalidad le comenté lo que realmente había visto, un hombre que trabajaba tallando sillares, ayudado por sus tres herramientas, un metro con el que medir las dimensiones de cada piedra, un mazo para golpear el cincel y allanar los salientes hasta darle una forma regular a las piedras brutas.

Luego me interrogó sobre las prendas con las que se protegía el cantero. Dudé antes de contestar, recordaba vagamente que portaba un mandil de cuero y unos gruesos guantes. Así se lo hice saber. Ella asintió con un gesto. Luego se puso muy litúrgica y me pidió que la acompañara al cuarto que llamábamos oscuro.