El gángster Al Capone, alias Scarface (o cara cortada como dicen en español), decía que su cicatríz era el resultado de un enfrentamiento con el Batallón Perdido en Francia durante la Primera Guerra Mundial. Pero en realidad, fue hecha de una cuchillada en una riña sobre una mujer en un bar en Brooklin mientras trabajaba de guardia de seguridad. Capone nunca prestó servicio en la Primera Guerra Mundial.