Sin ánimo de interumpir. Esto que abajo escribo lo encontre en un libro. Mi desconocimiento de las tierras del sur es amplio. Pero esto es bonito. Alla va.
DESPEÑAPERROS, FRONTERA Y PUERTA DE ANDALUCIA
Cuenta la leyenda que cuando los Cien Mil Hijos de San Luis, que venían a guerrear a Andalucia, coronaron las cimas de Sierra Morena por Despeñaperros, sin previo acuerdo, sin orden previa, los batallones presentaron armas al descubrir la hermosísima y feraz campiña andaluza. Ya, años antes, lo había hecho el rey Santo, Fernando III, al encontrarse en el impresionante tajo que separa Castila de Andalucía y corta en dos la Sierra Morena.
Despeñaperros, con una altitud de 1300 metros, es uno de los pocos crestones cuarcíticos que superan la moderada suavidad erosionada de la Sierra y divide la Estación de Cardenas (Ciudad Real) y la de Santa Elena (Jaén). Es la frontera natural de Andalucía y por el fondo del impresionante desfiladero corre el río Magaño o Tamújar, de cauce casi seco en verano, coronado por los altos picos que rematan los llamados "órganos de Despeñaperros". En las cuevas y abrigos que salpican los peñascos, se han encontrado importantes hallazgos arqueológicos, gran número de exvotos y restos de santuarios que se remontan a 500 años antes de Cristo, posiblemente testimonio oretanos, pobladores vecinos de los íberos y celtas.
DESPEÑAPERROS, FRONTERA Y PUERTA DE ANDALUCIA
Cuenta la leyenda que cuando los Cien Mil Hijos de San Luis, que venían a guerrear a Andalucia, coronaron las cimas de Sierra Morena por Despeñaperros, sin previo acuerdo, sin orden previa, los batallones presentaron armas al descubrir la hermosísima y feraz campiña andaluza. Ya, años antes, lo había hecho el rey Santo, Fernando III, al encontrarse en el impresionante tajo que separa Castila de Andalucía y corta en dos la Sierra Morena.
Despeñaperros, con una altitud de 1300 metros, es uno de los pocos crestones cuarcíticos que superan la moderada suavidad erosionada de la Sierra y divide la Estación de Cardenas (Ciudad Real) y la de Santa Elena (Jaén). Es la frontera natural de Andalucía y por el fondo del impresionante desfiladero corre el río Magaño o Tamújar, de cauce casi seco en verano, coronado por los altos picos que rematan los llamados "órganos de Despeñaperros". En las cuevas y abrigos que salpican los peñascos, se han encontrado importantes hallazgos arqueológicos, gran número de exvotos y restos de santuarios que se remontan a 500 años antes de Cristo, posiblemente testimonio oretanos, pobladores vecinos de los íberos y celtas.