La presión de la sangre de la jirafa es el doble o el triple de la del hombre sano, y puede ser la más elevada del mundo. Como la jirafa tiene un cuello tan largo, de tres a tres metros y medio, su corazón requiere de una fuerza tremenda para bombear sangre por la arteria carótida hasta el cerebro. El corazón de la jirafa es enorme, pesa once kilos, mide 60 centímetros de longitud y tiene paredes hasta de siete y medio centímetros de grosor.