- EL SAPO CON PICO. En realidad no es un pico sino una nariz de una forma ganchuda, que le hizo acreedor de un cumplido elogio del jefe de la expedición científica, que lo comparó al señor Burns de "Los Simpsons". Pero esto no pasaría de ser una rareza. Lo interesante de este batracio es que ha optado por el camino fácil de saltarse la etapa de renacuajo y emerger del huevo como un sapo adulto y grande. Bueno, lo de "grande" en cierto sentido: esta criatura mide apenas un par de centímetros, y se esconde de los depredadores gracias a un camuflaje que recuerda el color de las hojas muertas.