Pegaso
Pegaso era un magnífico caballo alado que nadie podía domar ni montar. Cuando Belerofonte lo vio ardió en deseos de montarlo y, para hacerlo pidió ayuda a la diosa Atenea. Ella le dio un freno de oro y mediante ese artilugio, Belerofonte pudo domar y adiestrar a Pegaso para la guerra y fue su compañero inseparable de muchas hazañas. Un día Belerofonte quiso volar con Pegaso hasta el Olimpo y esto le valió la ira de los dioses. Zeus envió un tábano que picó a Pegaso arrojando a Belerofonte por el aire. Pegaso continuó ascendiendo hacia el cielo donde se transformó en constelación.
Pegaso era un magnífico caballo alado que nadie podía domar ni montar. Cuando Belerofonte lo vio ardió en deseos de montarlo y, para hacerlo pidió ayuda a la diosa Atenea. Ella le dio un freno de oro y mediante ese artilugio, Belerofonte pudo domar y adiestrar a Pegaso para la guerra y fue su compañero inseparable de muchas hazañas. Un día Belerofonte quiso volar con Pegaso hasta el Olimpo y esto le valió la ira de los dioses. Zeus envió un tábano que picó a Pegaso arrojando a Belerofonte por el aire. Pegaso continuó ascendiendo hacia el cielo donde se transformó en constelación.