Escila
Escila era un monstruo fantástico con doce patas y seis cabezas de cuyas bocas asomaban afilados colmillos. Ladraba día y noche sin parar como un perro rabioso.
Habitaba en una cueva, escondida en una roca altísima junto a un estrecho que los navíos debían atravesar para llegar al mar.
Devoraba a cuanto animal pudiera acercarse y cada vez que un navío atravesaba el lugar se hacía un banquete, ya que cada una de sus cabezas podía engullir un marinero.
Escila era un monstruo fantástico con doce patas y seis cabezas de cuyas bocas asomaban afilados colmillos. Ladraba día y noche sin parar como un perro rabioso.
Habitaba en una cueva, escondida en una roca altísima junto a un estrecho que los navíos debían atravesar para llegar al mar.
Devoraba a cuanto animal pudiera acercarse y cada vez que un navío atravesaba el lugar se hacía un banquete, ya que cada una de sus cabezas podía engullir un marinero.