Demonios
Los demonios poseen un lugar en interesante en la historia de la mente humana. Así como espíritus benévolos han sido venerados como fuentes de todo bien, los demonios eran los culpables de cuanto mal podía verse en el mundo. Así, diferentes nombres, formas y funciones, les fueron asignados a estos seres que según las épocas, adquirían fisonomía y caracteres diferentes.
En tiempos medievales, el aire de la Europa cristiana eran muy frecuente la creencia en espíritus malignos. Los demonólogos compilaron grandes catálogos con numersos nombres y clasificaciones para los seres infernales, desde Satán, en la cima jerárquica hasta Ukobach, quien alimentaba los hornos del infierno. En aquellos tiempos, se creía que un buen mago podía entablar contacto con los seres malignos para negociar y aún hoy, hay quienes creen en que es posible ordenarle a un espíritu maligno, realizar una tarea para perjudicar a alguien.
Los demonios poseen un lugar en interesante en la historia de la mente humana. Así como espíritus benévolos han sido venerados como fuentes de todo bien, los demonios eran los culpables de cuanto mal podía verse en el mundo. Así, diferentes nombres, formas y funciones, les fueron asignados a estos seres que según las épocas, adquirían fisonomía y caracteres diferentes.
En tiempos medievales, el aire de la Europa cristiana eran muy frecuente la creencia en espíritus malignos. Los demonólogos compilaron grandes catálogos con numersos nombres y clasificaciones para los seres infernales, desde Satán, en la cima jerárquica hasta Ukobach, quien alimentaba los hornos del infierno. En aquellos tiempos, se creía que un buen mago podía entablar contacto con los seres malignos para negociar y aún hoy, hay quienes creen en que es posible ordenarle a un espíritu maligno, realizar una tarea para perjudicar a alguien.