2 empleados del casino estaban aburridos esperando en una de las mesas. Una rubia despampanante se acerca para apostar 6.000 euros a una sola tirada. Dijo:
- Espero que no les importe chicos, pero me tengo más suerte con las apuestas jugando totalmente desnud@.
Se quitó lentamente toda la ropa y dijo: Vamos daditos, mamá necesita nueva ropita. Y tiró los dados… Entonces grito:
- ¡Sí, sí he ganado, he ganado!
Empezó a dar saltos y a abrazar a los 2 empleados, tal era su euforia. Cuando terminó de festejar recogió todo su dinero y su ropa y se fue, los 2 empleados se miraron todavía algo atontados y uno le dijo al otro:
- Que suerte tiene la rubia, ¿Qué ha sacado?
- Qué se yo, pensé que tú estabas mirando.
Moraleja: No todas las rubias son tontas, en cambio, todos los hombres son hombres.
- Espero que no les importe chicos, pero me tengo más suerte con las apuestas jugando totalmente desnud@.
Se quitó lentamente toda la ropa y dijo: Vamos daditos, mamá necesita nueva ropita. Y tiró los dados… Entonces grito:
- ¡Sí, sí he ganado, he ganado!
Empezó a dar saltos y a abrazar a los 2 empleados, tal era su euforia. Cuando terminó de festejar recogió todo su dinero y su ropa y se fue, los 2 empleados se miraron todavía algo atontados y uno le dijo al otro:
- Que suerte tiene la rubia, ¿Qué ha sacado?
- Qué se yo, pensé que tú estabas mirando.
Moraleja: No todas las rubias son tontas, en cambio, todos los hombres son hombres.