Un camarero muy miope, muy miope, está fregando el suelo del bar y ve algo en el suelo:
¡Anda, cinco duros!
Se agacha un poquito más y exclama:
¡Ah, si no son cinco duros, son veinte…
Se agacha de nuevo para recoger la moneda y se lamenta:
¡Vaya por Dios!, …
¡Anda, cinco duros!
Se agacha un poquito más y exclama:
¡Ah, si no son cinco duros, son veinte…
Se agacha de nuevo para recoger la moneda y se lamenta:
¡Vaya por Dios!, …