Una mujer ya entrada en años cada vez que se ponía a leer cambiaba a cada momento la distancia entre sus ojos y el papel...
HIJO: Mamá, necesitas unas gafas
MAMA: Que no, hijo, veo bien...
Al final el hijo la convence de que vaya al oculista.
La mujer vuelve con gafas para leer nuevas en el bolso.
Cuando coge el periódico para leer, se pone las gafas y:
MAMA: ¿Lo ves hijo? Justo cuando me compro unas gafas para leer bien, a estos se les ocurre hacer la letra más grande.
HIJO: Mamá, necesitas unas gafas
MAMA: Que no, hijo, veo bien...
Al final el hijo la convence de que vaya al oculista.
La mujer vuelve con gafas para leer nuevas en el bolso.
Cuando coge el periódico para leer, se pone las gafas y:
MAMA: ¿Lo ves hijo? Justo cuando me compro unas gafas para leer bien, a estos se les ocurre hacer la letra más grande.