1841 Hasta el momento, todas las armas portátiles, como los arcabuces, mosquetes o fusiles, se habían venido cargando por la boca. O sea el nuevo proyectil debía ser introducido por toda la longitud del cañón. Pero desde 1836, el inventor alemán Johann Nikolaus von Dreyse (1787-1867) venía trabajando en un fusil provisto de recámara, que permitiera a las balas deslizarse por la parte posterior del cañón, con lo que la recarga seria mucho más rápida. En 1841 se perfeccionó el dispositivo con la incorporación del percutor. Este iba provisto de una aguja que al incidir sobre la carga de pólvora de la bala, la hacía estallar y el proyectil salía disparado. Este fusil fue adoptado por el ejercito prusiano, lo cual contribuyó a su superioridad sobre las otras potencias europeas.