Simbolismo en los huevos de Pascua
De todos los símbolos asociados con Pascua, el símbolo de fertilidad y nueva vida es el más identificable. Las costumbres y tradiciones de utilizar huevos han sido asociadas con Pascua por siglos. Originalmente los huevos se pintaban de colores luminosos y fuertes para representar la luz de primavera. Se utilizaban en concursos en los que se rodaban los huevos, o se intercambiaban como regalos. Amantes y admiradores se los regalaban entre sí como se hace con tarjetas de San Valentín en algunas partes del mundo. En la época medieval, tradicionalmente se regalaban huevos a los sirvientes. En Alemania, se les daban huevos a los niños acompañados de otros regalos de Pascua... Distintas culturas han desarrollado sus propias maneras de decorar los huevos. Huevos rojos se intercambian en Grecia en honor a la sangre de Cristo. En partes de Alemania y Austria, se utilizan huevos verdes para Jueves Maundy (Jueves Santo). Personas eslovacas decoran huevos con patrones delicados en dorado y plateado. Artistas austriacas hacen patrones pegando helechos y pequeñas plantas alrededor del huevo e después hirviéndolos. Al quitar las plantas queda un delicado patrón en un blanco reluciente. Los polacos y ucranianos utilizan diseños simples y colores fuertes, o decoran en el distintivo estilo pysanki (diseñar o escribir). Los huevos pysanki son obras maestras de habilidad y trabajo. Se le echa cera de abeja derretida al huevo blanco y después se baña en una serie de tintes sucesivamente. Después de cada baño se pinta con cera de nuevo. Eventualmente emerge un patrón complejo de líneas y colores. En Alemania y otros países se vacían los huevos en un plato hondo haciéndoles un agujero con una aguja y soplándolos para quitar su contenido. Las cáscaras se tiñen y se cuelgan en arbolitos y arbustos de Pascua durante Semana Santa. Los armenios decoraban huevos vaciados con imágenes de Cristo, la Virgen y diseños religiosos.
De todos los símbolos asociados con Pascua, el símbolo de fertilidad y nueva vida es el más identificable. Las costumbres y tradiciones de utilizar huevos han sido asociadas con Pascua por siglos. Originalmente los huevos se pintaban de colores luminosos y fuertes para representar la luz de primavera. Se utilizaban en concursos en los que se rodaban los huevos, o se intercambiaban como regalos. Amantes y admiradores se los regalaban entre sí como se hace con tarjetas de San Valentín en algunas partes del mundo. En la época medieval, tradicionalmente se regalaban huevos a los sirvientes. En Alemania, se les daban huevos a los niños acompañados de otros regalos de Pascua... Distintas culturas han desarrollado sus propias maneras de decorar los huevos. Huevos rojos se intercambian en Grecia en honor a la sangre de Cristo. En partes de Alemania y Austria, se utilizan huevos verdes para Jueves Maundy (Jueves Santo). Personas eslovacas decoran huevos con patrones delicados en dorado y plateado. Artistas austriacas hacen patrones pegando helechos y pequeñas plantas alrededor del huevo e después hirviéndolos. Al quitar las plantas queda un delicado patrón en un blanco reluciente. Los polacos y ucranianos utilizan diseños simples y colores fuertes, o decoran en el distintivo estilo pysanki (diseñar o escribir). Los huevos pysanki son obras maestras de habilidad y trabajo. Se le echa cera de abeja derretida al huevo blanco y después se baña en una serie de tintes sucesivamente. Después de cada baño se pinta con cera de nuevo. Eventualmente emerge un patrón complejo de líneas y colores. En Alemania y otros países se vacían los huevos en un plato hondo haciéndoles un agujero con una aguja y soplándolos para quitar su contenido. Las cáscaras se tiñen y se cuelgan en arbolitos y arbustos de Pascua durante Semana Santa. Los armenios decoraban huevos vaciados con imágenes de Cristo, la Virgen y diseños religiosos.