FREILA: El Borrico...

El Borrico

El Borrico que había en la Huerta era tuerto, tenía la oreja izquierda partida, estaba deslomado, se diría que era todo una cola espantamoscas que giraba... cuando tenía fuerzas para ello.
El Burro de joven supo ser buen trabajador, y mejor encajador de palos. Un día se derrumbó sobre sus cuatro mentiras de patas y no pudo seguir. Los palos que aquel día se llevó, sólo lo sabe un señor que no es de aquí.
- "Tira Burro tonto. ¡Será tonto un Burro!"
El Burro no fue nunca aplicado en malicia, nunca. Nunca se rebeló contra la vara, ni siquiera cuando lo meaban a palos. Pero quién sabe lo que pasa por la mente de un tonto Burro viejo. Tal es así que un día el nieto del Hortelano, uno muy pequeño que tiene, se acercó al Burro para besarle la boca; y el Burro tonto, imbécil, le arrancó la oreja de un bocado.
Cuando a los gritos del Niño han acudido grandes y pequeños, al Burro tonto querían matar, pero el Burro tonto descansaba por siempre ya, con su dulce venganza en la boca.