El Espantapájaros filósofo
Después de que las últimas medidas del Hortelano no surtieran efecto contra los Pájaros; incluida la de su sobrino y amigos, decidió que ya era hora de poner una medida, en verdad seria.
La medida se llamó Espantapájaros y fue clavada en el centro de la Huerta, entre Lechugas y Tomates.
El Espantapájaros era de una educación exquisita y tenía estudios, no en vano las ropas que llevaba pertenecían al hijo del Hortelano, que se había doctorado en filosofía.
Federico, que así fue llamado, hizo muy buenas migas con todos los habitantes de la Huerta, en especial, con los Pájaros. Con ellos se entretenía en largas charlas filosóficas, a las que no dejaban de acudir los Perales en más de una ocasión.
Todo era afabilidad entre Federico y sus nuevos amigos. Una tarde, el Hortelano apareció con un buen número de revistas y papeles viejos. Los puso en un montón junto con Ramas y Matas secas, y les prendió Fuego...
Sobre este montón vino a dar el bueno de Federico.
Hola Antonio ¿Que tal estas?
Mira que cuentos mas chulos encontre en la pajina de chocolate
Un abrazooooooooooooooooo
Después de que las últimas medidas del Hortelano no surtieran efecto contra los Pájaros; incluida la de su sobrino y amigos, decidió que ya era hora de poner una medida, en verdad seria.
La medida se llamó Espantapájaros y fue clavada en el centro de la Huerta, entre Lechugas y Tomates.
El Espantapájaros era de una educación exquisita y tenía estudios, no en vano las ropas que llevaba pertenecían al hijo del Hortelano, que se había doctorado en filosofía.
Federico, que así fue llamado, hizo muy buenas migas con todos los habitantes de la Huerta, en especial, con los Pájaros. Con ellos se entretenía en largas charlas filosóficas, a las que no dejaban de acudir los Perales en más de una ocasión.
Todo era afabilidad entre Federico y sus nuevos amigos. Una tarde, el Hortelano apareció con un buen número de revistas y papeles viejos. Los puso en un montón junto con Ramas y Matas secas, y les prendió Fuego...
Sobre este montón vino a dar el bueno de Federico.
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