Comprenda a los Ingenieros - Lección Nueve.
Un día un ingeniero estaba cruzando una carretera cuando una rana le llamó y le dijo: Si me besas me convertiré en una hermosa princesa. Se agachó recogió la rana y se la puso en el bolsillo. La rana habló de nuevo y dijo: Si me besas y me conviertes en una hermosa princesa me quedaré contigo durante una semana. El ingeniero sacó la rana de su bolsillo sonrió y la devolvió a su lugar. Entonces la rana gritó: Si me besas y me conviertes en princesa me quedaré contigo y haré lo que quieras. Nuevamente el ingeniero sacó la rana sonrió y la volvió a meter en el bolsillo. Finalmente la rana preguntó:
- Pero bueno ¿qué pasa? Te he dicho que soy una hermosa princesa que me quedaré contigo una semana y que haré lo que quieras. Entonces ¿por qué no me das un beso?
- Mira yo soy ingeniero. No tengo tiempo para una novia, pero una rana que habla, mola que te cagas!
Un día un ingeniero estaba cruzando una carretera cuando una rana le llamó y le dijo: Si me besas me convertiré en una hermosa princesa. Se agachó recogió la rana y se la puso en el bolsillo. La rana habló de nuevo y dijo: Si me besas y me conviertes en una hermosa princesa me quedaré contigo durante una semana. El ingeniero sacó la rana de su bolsillo sonrió y la devolvió a su lugar. Entonces la rana gritó: Si me besas y me conviertes en princesa me quedaré contigo y haré lo que quieras. Nuevamente el ingeniero sacó la rana sonrió y la volvió a meter en el bolsillo. Finalmente la rana preguntó:
- Pero bueno ¿qué pasa? Te he dicho que soy una hermosa princesa que me quedaré contigo una semana y que haré lo que quieras. Entonces ¿por qué no me das un beso?
- Mira yo soy ingeniero. No tengo tiempo para una novia, pero una rana que habla, mola que te cagas!