Se acerca un paralítico en silla de ruedas a un señor y le pregunta:
- Oiga, por favor... ¿Está muy lejos el ayuntamiento?
- No, a tres manzanas.
- ¡Ah, bueno! pues entonces iré a mano.
- Oiga, por favor... ¿Está muy lejos el ayuntamiento?
- No, a tres manzanas.
- ¡Ah, bueno! pues entonces iré a mano.