Yankee o yanqui: Tal vez sea el mote más popular e internacional con el que se conoce a los ciudadanos de los Estados Unidos que por otra parte no tienen un gentilicio propio ya que “norteamericanos” también lo son los mexicanos y los canadienses y estadounidenses pueden serlo igualmente los mexicanos, naturales de los Estados Unidos de Mexicanos -aunque mucha gente crea que México se llama oficialmente México “a secas”, realmente su nombre es este otro-.
Su origen podría estar en los muchos inmigrantes holandeses que vivían en las antiguas “Trece Colonias”, como Nueva York, y entre los que debía abundar el nombre de Jan, Juan, cuyo diminutivo era Janke. Desde luego lo que sí sabemos es que ya se empleaba en los tiempos en que aún vivían bajo el yugo británico y que estos mismos lo usaron en ocasiones de forma despectiva.
Aunque en esencia debería emplearse solo para aquellos que provienen de los estados del norte de la Unión, en contraposición a los “dixies” del sur, es mucho más precisa esta simpática frase del poeta E. B. White que he sacado de la Wikipedia: “Para los extranjeros, un yanqui es un estadounidense. Para los estadounidenses, un yanqui es un norteño. Para un norteño, un yanqui es alguien del este. Para alguien del este, un yanqui es alguien de Nueva Ingleterra. Para alguien de Nueva Inglaterra, un yanqui es un vermonteño. Y, en Vermont, un yanqui es alguien que come pastel para el desayuno”.
Derivado de yankee y no sin poca imaginación, por cierto, sería el mote australiano “seppo”, que es la abreviatura de “septic tank”, al que de alguna manera supieron llegar partiendo de la palabra yankee.
De todas maneras a los norteamericanos también se les conoce en muchos países por la abreviatura de “americano” en sus respectivos idiomas. Así se les llama “ami” en alemán, “amcsi” en húngaro o “ricain” en francés.
Su origen podría estar en los muchos inmigrantes holandeses que vivían en las antiguas “Trece Colonias”, como Nueva York, y entre los que debía abundar el nombre de Jan, Juan, cuyo diminutivo era Janke. Desde luego lo que sí sabemos es que ya se empleaba en los tiempos en que aún vivían bajo el yugo británico y que estos mismos lo usaron en ocasiones de forma despectiva.
Aunque en esencia debería emplearse solo para aquellos que provienen de los estados del norte de la Unión, en contraposición a los “dixies” del sur, es mucho más precisa esta simpática frase del poeta E. B. White que he sacado de la Wikipedia: “Para los extranjeros, un yanqui es un estadounidense. Para los estadounidenses, un yanqui es un norteño. Para un norteño, un yanqui es alguien del este. Para alguien del este, un yanqui es alguien de Nueva Ingleterra. Para alguien de Nueva Inglaterra, un yanqui es un vermonteño. Y, en Vermont, un yanqui es alguien que come pastel para el desayuno”.
Derivado de yankee y no sin poca imaginación, por cierto, sería el mote australiano “seppo”, que es la abreviatura de “septic tank”, al que de alguna manera supieron llegar partiendo de la palabra yankee.
De todas maneras a los norteamericanos también se les conoce en muchos países por la abreviatura de “americano” en sus respectivos idiomas. Así se les llama “ami” en alemán, “amcsi” en húngaro o “ricain” en francés.