Los adolescentes están “equipados” para comportarse bien. Durante la adolescencia, se aprecia en los individuos una mejora en la planificación y organización del comportamiento, en la inhibición de las reacciones, en la capacidad de atención, en la memoria y en el autocontrol emocional. Probablemente es debido a que las conexiones en la corteza cerebral prefrontal, que son importantes en la regulación del comportamiento, se siguen desarrollando hasta los 20 años de edad.