Estornudar tras un orgasmo es un “fallo” cerebral. A muchos hombres les sucede de forma frecuente. La razón es que las ramificaciones cerebrales son una maraña intrincadísima que puede llevar a que extraños cruces de cables produzcan movimientos reflejos diferentes. Otro efecto producido por lo mismo: una de cada cuatro personas estornuda cuando mira una luz resplandeciente como, por ejemplo, el Sol.