La señora Mercedes increpaba, por puro placer, a un vagabundo que estaba mendigando en la calle.
- ¿No le da vergüenza? Pedir limosna en vez de trabajar...
- Oiga, yo le he pedido una limosna, no un consejo.
- ¿No le da vergüenza? Pedir limosna en vez de trabajar...
- Oiga, yo le he pedido una limosna, no un consejo.