Una vez que se establece la pareja, la hembra empieza a poner. Acto seguido el macho incita, con la misma danza, a otras hembras para que también contribuyan en la nidada. Es normal que hasta cinco de estas hembras secundarias tomen parte en la puesta. Ponen su huevo, con el permiso de la hembra de la pareja, y se marchan. Una vez que el nido contiene unos 20 huevos, el macho los empieza ha incubar sentándose sobre ellos por las noches. La hembra los calienta durante las horas del día.