Con lo inmenso que es el océano, resulta difícil de entender cómo dos submarinos equipados con los últimos avances en navegación y sonar pudieron chocar en inmersión en aguas del Atlántico. La explicación del incidente entre los submarinos nucleares «HSM Vanguard», británico, y «Le Triomphant», francés, ocurrida a comienzos de febrero -entre los días 3 y 4- y ahora admitida por Londres y París, estaría en que, junto a sus cada vez más efectivos radares, las naves también cuentan con más afinados sistemas para ocultarse a los sistemas de sónar del enemigo.