La prueba de fuego pertenecía a los juicios divinos medievales para demostrar la culpabilidad o inocencia del acusado. No se debe confundir con la tortura, que era empleada para hacer confesar al reo.
La prueba de fuego era, al igual que otros juicios de Dios, empleada habitualmente ya por los germanos, los anglosajones y los vikingos.
La prueba de fuego era, al igual que otros juicios de Dios, empleada habitualmente ya por los germanos, los anglosajones y los vikingos.