El fin de la Guerra Mexicana y las primeras migraciones hacia California y Oregon llevaron al gobierno federal a tomar una serie de investigaciones adicionales para explorar las regiones desconocidas del Oeste, para establecer límites, y para planear rutas posibles para un tren transcontinental. Mucho de este trabajo estuvo a cargo del Cuerpo de Ingenieros de las fuerzas armadas estadounidenses, el cuerpo de ingenieros topográficos, y la Oficina de Exploraciones e Investigaciones, y pasó a ser conocida en la historia como ‘El gran Reconocimiento’. Se produjeron debates entre los que estaban a favor de una ‘ruta norteña’, los que preferían una ‘ruta central’, y los de la ‘ruta del sur’ para el tren. Los especuladores siguieron con rapidez las actividades de los investigadores para prever el futuro desarrollo de negocios y migraciones.