La Guerra Mexicana fue la guerra más pequeña pero más sangrienta de las guerras americanas –uno de cada seis soldados americanos murieron por disparos o enfermedades-, y las secuelas de la guerra fueron importantes. La cesión mexicana cubrió medio millón de millas e incrementó el tamaño de los EEUU en un 20%. El manejo de las tierras nuevas y el problema de la esclavitud fueron los primeros desafíos que se presentaron. El Compromiso de 1850 mantuvo a California como estado libre y permitió a Utah y Nuevo México hacer sus propias decisiones respecto de la esclavitud. También impuso algunos ajustes de límites.