El gobierno federal ejecutó el control sobre las tierras del oeste. Primero, adquirió el territorio de manos de otras naciones o de las tribus nativas por medio de tratados; luego envió exploradores para que documentaran e investigaran la tierra; después, ordenó a las tropas federales que limpiaran la tierra de los nativos restantes; y, finalmente, hizo que las burocracias se encargaran de manejar la tierra, como el Departamento de Asuntos Indios, la Oficina de Territorio, la Inspección estadounidense Geológica, y el Servicio Forestal. El proceso no fue tranquilo. La resistencia india, el regionalismo, y el racismo forzaron a realizar algunas pausas en el proceso de ocupación. Sin embargo, hacia fines del siglo XIX, en el proceso de conquista y manejo del Oeste, el gobierno federal amasó mucho territorio, poder, e influencia en los asuntos nacionales.