El vaquero, un español o un mexicano que trabajaba con caballos jóvenes y salvajes, llegó en el 1700 y se expandieron por California y los territorios fronterizos durante el período colonial español. Los habitantes de EEUU no entraron en California hasta la guerra México-americana, y la mayoría de los habitantes eran mineros, por lo cual el crecimiento del ganado quedó a manos de la gente española y mexicana que se había quedado en California. El vaquero de California o ‘buckaroo’ era considerado un trabajador muy habilidoso (a diferencia de los texanos), que por lo general se quedaba en el mismo rancho donde había nacido y formaba allí su familia. Además, la geografía y el clima de California era muy distinto del de Texas, lo que permitía mayor pastoreo en menos campo, y además el ganado se comerciaba a nivel regional en California, por eso no tenían la necesidad de conducir cientos de millas por tren. Así, la cultura equina y ganadera permaneció en California y el noroeste pacífico con una influencia muy grande de los españoles.