No fue sino hasta el advenimiento de los shows del lejano oeste que las vaqueras aparecieron en escena. Estas mujeres eran muy habilidosas, y demostraban que podían cabalgar, ser expertas tiradoras, y realizar trucos con sogas que entretenían a las audiencias de todo el mundo. Mujeres como Annie Oakley se volvieron conocidas. Para 1900, las polleras divididas para cabalgar cobraron popularidad, y permitieron a las mujeres competir contra los hombres sin escandalizar a las audiencias de la época victoriana. En las películas que comenzaron a principios del siglo XX en adelante, las vaqueras expandieron sus roles en la cultura popular y los diseñadores desarrollaron vestimentas atractivas para ellas.