James Watt no inventó la locomotora de vapor; lo hizo Thomas Newcomen en 1712. En 1778, sólo en las minas de Cornualles estaban bombeando más de setenta máquinas Newcomen. Cuando se pidió a Watt que reparase una locomotora Newcomen, inventó una máquina modificada que era mucho más eficiente y que podía ser utilizada para hacer girar ruedas. Esta locomotora de vapor modificada fue tan útil, que la máquina anterior de Newcomen pronto quedó olvidada.