Al final todos los zorros acaban en la peletería
Una mujer santa puede ser bella por gracia de la naturaleza; pero no debe dar ocasión a la lascivia. Para que la belleza sea suya, lejos de ostentarla, debe oscurecerla.
ya ves Antonio este estaba verde y ya le metieron mano que mala leche tienen ajgunos
El dinero es como el estiércol: si se amontona, huele.
Vivid arduamente, no temáis nada y os sonreirá el triunfo.
La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad.
En la verdadera belleza, como en el valor, hay algo que las almas mezquinas no pueden atreverse a admirar.
...
El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído. Concepción Arenal
Mi madre adoraba a los niños. Hubiera dado cualquier cosa porque yo lo fuera.
Una mujer santa puede ser bella por gracia de la naturaleza; pero no debe dar ocasión a la lascivia. Para que la belleza sea suya, lejos de ostentarla, debe oscurecerla.
ya ves Antonio este estaba verde y ya le metieron mano que mala leche tienen ajgunos
El dinero es como el estiércol: si se amontona, huele.
Vivid arduamente, no temáis nada y os sonreirá el triunfo.
La belleza es aún más difícil de explicar que la felicidad.
En la verdadera belleza, como en el valor, hay algo que las almas mezquinas no pueden atreverse a admirar.
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El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído. Concepción Arenal
Mi madre adoraba a los niños. Hubiera dado cualquier cosa porque yo lo fuera.