A ENEMIGO QUE HUYE,
PUENTE DE PLATA. Se refiere esta expresión a la conveniencia de, no sólo no poner obstáculos, sino facilitar la marcha del enemigo o persona que nos estorbe, librándonos así de ella, sin esfuerzo ni pérdida de energías. Esta máxima
militar, tan repetida, se atribuye a Gonzalo Fernández de
Córdoba, llamado también El Gran Capitán (1453-1515). El autor de esta atribución es el toledano Melchor de
Santa Cruz de Dueñas quien, en su libro Floresta española de apotegmas y sentencias
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