Al adquirir, preparar, y distribuir las tierras públicas a entidades privadas, el gobierno federal siguió el sistema de la Ordenanza de Tierras de 1785. La explotación federal y los equipos científicos se ocupaban del reconocimiento de la tierra y determinaban la cantidad de habitantes nativo-americanos. A través de tratados, los títulos de las tierras serían cedidos a las tribus residentes. Luego los investigadores podrían crear mapas detallados marcando la tierra en cuadrados de seis millas (10 ... (ver texto completo)
