A pesar de los problemas de ingeniería y de los escándalos políticos, el tren transcontinental fue una gran ayuda para abrir la frontera hacia el Oeste. En su primer año, 150,000 pasajeros hicieron el viaje por ‘placer, salud, o negocios’ y disfrutaron de ‘carros lujosos y casas de comidas’ como se publicitaba en el Union Pacific. Los habitantes fueron animados con promociones para ir hacia el Oeste en viajes de investigación y comprar tierras cerca de la línea ferroviaria y para usar los trenes ... (ver texto completo)
