En 1935 los oficiales nazis seleccionaron a un chavalin rubio y de ojos claros para tomarlo como propaganda de lo que debía ser la "raza aria", y se imprimieron cientos de miles de
postales del niño junto a Hitler. Cuando la distribución era ya masiva los pichones se dieron cuenta de que el niño ario era el nieto del rabino Wedell, de Düsseldorf.