Etimológicamente la palabra viene del latín "liber", lo que se interpreta como "persona cuyo espíritu de procreación se encuentra activo", esto derivado del significado que tiene la incorporación del hombre a la sociedad al alcanzar su madurez sexual, para que comience a asumir responsabilidades. Si bien este dato aporta luces sobre el origen de la palabra, no satisface como explicación de este importante valor humano.
