Buenos días a Freila.
Buenos días PEPEPACO.
Veo un sol espléndido y la ventana abierta de su salita, señal de que mi mujer espera un buen día. Lo deduzco por mi mismo, sin que nadie me de explicaciones, pues la conozco un poquitín y sé de su miedo al frío. Yo no obstante, otro día me he levantado a las tantas pues para no salir de casa, me pongo los pinganillos en la cama y se acabó.
Veo que vas descubriendo algunas cosillas de mi vida. No descubrirás ninguna hazaña importante en mi devenir
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Muy buenos días Abuelo.
Vaya,
costumbres estas tomando, anda con cuidado, que es muy fácil aburguesarse, y luego cuando tengas que ir a diario al
huerto te va a costar trabajo.
En este tiempo, y con los días alargando poco a poco, hay que ir con el sol, y madrugar más.
Muchas gracias por dejar tu dirección de
correo, no te quepa duda, que me pondré en contacto contigo en los próximos días, en cuanto me deslíe un poco de trabajo y de examenes.
Sobre las cosas que he descubierto, puede que no sean
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