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FREILA (Granada)

mis abuelos
Foto enviada por antonio

El espectacular estado físico de estos hombres atraía a las mujeres de la nobleza romana, por lo que merecieron el apelativo de “suspiria puellarum”.

Un episodio que bien sintetiza el fanatismo por estos ídolos data de la tremenda riña que se desarrolló en el año 59 antes de Cristo, en el anfiteatro de Pompeyo, entre los fanáticos locales y los “visitantes”.
Diversos mosaicos representan la pugnae (combate, pugna) escrito junto al sobrenombre del gladiador, lo cual demuestra el afecto que el público sentía por el campeón, durante toda su carrera. Los más famosos llegaron a combatir cerca de cuarenta veces en el escenario de anfiteatros.
Es más fácil creer que su muerte en el escenario no fuera tan frecuente, excepción hecha por el sanguinario combate denominado “munera sine missione”.
Pero la realidad debía ser seguramente bien distinta, dado que el costo para mantener a los luchadores era mayor que la ganancia que los editores recibían del público.
La tradición popular y la cinematografía clásica han representado los combates entre gladiadores como encuentros extremadamente truculentos y siempre mortales.
Vivían en casas separadas, donde formaban su “familiae gladiatoriae”; allí también albergaban un pequeño escenario para los frecuentes adiestramientos efectuados por i doctores (que eran sus entrenadores).
Los guerreros eran agrupados por un empresario (llamado lanista), que conseguía su propio beneficio publicitando los espectáculos.

El precio variaba según las cualidades de los combates y el grado de preparación física requerida. Y el editor se empeñaba en resarcir aquellos gladiadores que morían en el combate.
Los gladiadores (de gladio, espada corta) eran por lo general prisioneros de guerra, esclavos, hombres recientemente liberados, criminales condenados a muerte, pero también había hombres libres que –atraídos por las posibilidades económicas y la futura fama– decidían entrar a la carrera de gladiador (auctorati). También mujeres han pasado por los escenarios de lucha.
Sobre el escenario del Coliseo se extendían numerosos corredores y ambientes destinados a hospedar a los gladiadores y a las bestias feroces que podían ser llevados al centro de la escena en carros elevados o rampas
El puesto destinado a los senadores y a los miembros de la corte fue construido por orden de Augusto, y se llamó “el palco del emperador” (bautizado también “pulvinar”).

Su acceso quedaba reservado gracias a la presencia de un corredor subterráneo por donde se dice que pasaba Cómodo, según las crónicas historiográficas romanas.
La primera planta tiene una altura de 10.50 metros con semicolumnas de estilo dórico; el segundo es dos metros más alto que el anterior y está formado por columnas jónicas. La tercera planta mide 11.60 metros de altura y tiene columnas corintias mientras el cuatro es un muro con pequeñas ventanas cuadradas.
En la vida hay que escoger entre ganar dinero o gastarlo. No hay tiempo suficiente para ambas cosas
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