La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez.
Cuando la lucha entre facciones es intensa, el político se interesa, no por todo el pueblo, sino por el sector a que él pertenece. Los demás son, a su juicio, extranjeros, enemigos, incluso piratas.
Bajo el capitalismo, el hombre explota al hombre. Bajo el comunismo, es justo al contrario.
Si deseas felicidad de los demás, sé compasivo. Si deseas tu propia felicidad, sé compasivo.
Buena cosa es tener amigos, pero mala el tener necesidad de ellos.
La amistad comienza donde termina o cuando concluye el interés.
Los lazos de la amistad son más estrechos que los de la sangre y la familia.